Los dos acusados en el juicio que tuvo lugar en Vía Alemania. | Guillermo Esteban

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Un árbitro de básquet negó este lunes en el juicio la agresión a una anotadora en las oficinas de la federación en Palma. La mujer, acusada de amenazas, confirmó que fue golpeada después de invitar al acusado y a un amigo a que abandonaran el local. «Me cogió de los pelos, me arrastró y en la pared, arrinconada, me dijo que me iba a matar», explicó la anotadora. La afectada sufrió un traumatismo craneoencefálico, contusión lumbar y la fractura de una vértebra. Estuvo tres meses de baja a causa de la agresión.

El árbitro acudió junto a un compañero a las oficinas de la Federació de Bàsquet el 25 de marzo de 2015. «Ella se abalanzó sobre mí, yo la cogí de los hombros y me la quité de encima, pero no golpeé a nadie», indicó el procesado, que según su versión sufrió un arañazo en el cuello. «Me dijo: ‘Voy a por ti, te voy a hundir la vida’».

El testigo que estuvo en las oficinas el día de los hechos manifestó que su compañero comentó una foto del declarante en la que aparecía más joven. «Ella nos dijo que lo raro es que no hubieran tirado dardos a la foto». El testigo aseguró que la mujer agarró del jersey a su compañero y le dio «un bofetón» y que la supuesta víctima no se golpeó contra el mostrador.

El médico forense que atendió a la perjudicada, Javier Alarcón, aclaró que las lesiones que presentaba la paciente eran compatibles con la agresión. Fue contundente. No eran fruto de un proceso crónico degenerativo por el trabajo de la mujer como auxiliar de geriatría, tal y como indica el perito del árbitro enjuiciado, que no vio a la víctima.

La Fiscalía reclama medio año de cárcel para el acusado y una indemnización de 6.300 euros por las lesiones ocasionadas. Para la mujer solicita una pena de 30 euros por amenazar a su compañero.