Uno de los niños británicos saltando mientras su padre desde la barca lo graba con el móvil. | Michel's

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La peligrosa moda de los denominados ‘saltos al acantilado’ pone en jaque a la Policía Local de Calvià. Desde hace unos meses, la zona acantilada de sa Creu, en Santa Ponça, se ha convertido en todo un reclamo para decenas de menores que acuden a diario para experimentar nuevas sensaciones de riesgo.

No se trata de una práctica nueva de este verano, pero este arriesgado fenómeno social aumenta considerablemente a medida que transcurre la temporada estival. Los protagonistas son en su gran mayoría grupos de adolescentes que se lanzan sin ningún tipo de pudor desde gran altura y sin ningún tipo de medidas de seguridad. Además, lo hacen en puntos donde la profundidad de la zona es muy baja o donde hay rocas sumergidas.

Un equipo de Ultima Hora pudo comprobar in situ como un grupo de menores, algunos acompañados de sus padres, se lanzaban al agua desde rocas ubicadas a más de 12 metros de altura. «Son unos descerebrados que no valoran el peligro que representan este tipo de saltos. Hemos visto a dos matrimonios ingleses llegar con sus hijos en una embarcación. Los padres animaban a los niños a subirse a las rocas y cuando estaban arriba les hacían la cuenta atrás para que se lanzaran. Es un peligro que debería estar sancionado», relata un bañista de la zona.