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«No ha caído al mar de milagro y por suerte no se ha llevado a nadie por delante». Así resumía uno de los miembros de los servicios de emergencias el accidente registrado pasada la medianoche de este viernes frente a la catedral de Palma.

El vehículo siniestrado circulaba desde el Passeig Sagrera hacia el aeropuerto. Al entrar en la Autovía de Llevant, ahora Avenida Adolfo Suárez, siguió recto en lugar de tomar la curva que hay hacia la izquierda. El todoterreno, en el que únicamente viajaba un conductor de 52 años, atravesó la zona ajardinada, el paseo peatonal, derribó el murete que lo separa del carril bici y quedó colgando por las barandillas de protección del carril bici, a punto de caer al mar.

En breve se personaron en el lugar efectivos de la Policía Local, Nacional, Bombers de Palma y del 061. El conductor fue rescatado, sufrió policontusiones, un golpe y un corte en la cabeza y su estado no era grave. Al ser preguntado por los agentes dijo que no recordaba nada y dio negativo en la prueba de alcoholemia. Al parecer sufrió un desvanecimiento al volante y por ello perdió el control.