Vista de las llamas y el humo causados por un incendio en el hotel The Address en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, este jueves 31 de diciembre de 2015. | Efe

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El hotel de lujo The Address, un rascacielos situado en el centro de la ciudad de Dubái, se convirtió este jueves en pasto de las llamas poco antes de las celebraciones de Año Nuevo, sin que el siniestro derivara en una tragedia ni acabara con las celebraciones del cambio de año.

Pese a la magnitud del incendio, solo 16 personas sufrieron heridas leves por la inhalación de humo y la aglomeración de gente, según informó el Gobierno de Dubái.

Las aglomeraciones se produjeron al tratar los huéspedes, entre ellos numerosos extranjeros, de escapar del hotel, situado junto a la famosa torre Al Jalifa, el edificio más alto del mundo y a los pies del cual se habían reunido miles de personas para celebrar el fin de año.

El fuego se declaró en el veinteava planta del edificio a las 21.00 hora local (17.00 GMT), poco antes del gran espectáculo pirotécnico organizado para dar la bienvenida al 2016.

Grandes llamas salieron durante varias horas del hotel, del que se elevaron también imponentes columnas de humo.

Las causas del fuego, que ya está controlado, todavía se desconocen.

La Oficina de Información de Dubai detalló que el fuego se inició en el exterior del piso 20 y que los extintores situados en el lugar evitaron que se propagara por el interior del edificio, que fue rápidamente evacuado.

En un primer momento saltaron las alarmas ante el imponente incendio y el trasiego de ambulancias y helicópteros.

La incertidumbre era grande hasta que el general Rashid el Matrushi, director de los Servicios de Emergencia, anunció a través de Twitter que el incendio estaba controlado casi en su totalidad.

Las llamas se fueron extinguiendo poco a poco y las autoridades confirmaron que no había que lamentar víctimas mortales.

Los huéspedes de The Address fueron evacuados, así como las personas que esperaban el espectáculo de fuegos artificiales que estaba previsto a la medianoche del jueves en la torre Al Jalifa, situada enfrente del edificio siniestrado.

El hotel cuenta con 244 habitaciones y suites, tres restaurantes, un spa y salas de reuniones, entre otras instalaciones, mezclando la tradición árabe con un estilo cosmopolita.

En un primer momento, las autoridades pidieron primero a los ciudadanos que no acudieran al centro de la ciudad y dejaran libre el paso a los equipos de emergencia, pero finalmente permitieron el acceso y las celebraciones pudieron tener lugar tal y como estaba prevista.

Al controlarse la situación y pese al humo que cubría la zona, el Gobierno de Dubái aseguró que las celebraciones de fin de año en el centro de la ciudad no se cancelarían y a la medianoche los fuegos artificiales, así como un juegos de luces y efectos especiales iluminaron el centro de Dubai desde lo alto de Al Jalifa.

El espectáculo pirotécnico en la torre más alta del mundo atrae desde su inauguración en 2010 a miles de emiratíes y visitantes.

También son muy concurridas las conocidas fiestas de lujo que suelen hospedar los rascacielos de Dubai cada Nochevieja, con artistas árabes y extranjeros invitados, y veladas exclusivas por su alto valor económico.

Una de esas celebraciones tuvo lugar en el restaurante español «Casa de tapas», donde esta noche cenaron unas 400 personas, 100 de ellas españolas, las cuales no interrumpieron su velada de Nochevieja a pesar de lo ocurrido.

Uno de los empleados del restaurante, el español residente en Dubái, Borja Vela, dijo que desde su local se pudo ver una gran columna de humo sobre el centro de la ciudad.

Los ricos países petroleros del Golfo han sido en los últimos tiempos escenario de grandes incendios, el último de ellos el pasado 24 de diciembre, en un hospital de la localidad de Yazán, en Arabia Saudí, donde murieron 25 personas y cien resultaron heridas.

En Doha, se propagó un fuego en el centro comercial Villagio Mall, uno de los mayores de la ciudad, en mayo de 2012, causando la muerte de 19 personas, entre ellos cuatro niños españoles.