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Una ciudadana rusa de 31 años ha fallecido esta tarde en la costa de Santa Lucía de Tirajana, en el sureste de Gran Canaria, degollada por la tabla de un windsurfista que la arrolló mientras buceaba, según han informado fuentes del 112 y de la Concejalía de Seguridad del municipio.

El accidente se produjo sobre las 14.45 horas en la bahía de Forma, en el lugar conocido como Cueva Laya, mientras la mujer, Emilia I., que residía desde hace años en el municipio, buceaba para recoger marisco a unos 25 metros de la orilla, pero sin boya que señalizara su posición, según ha explicado la concejal de Seguridad, Nieves García.

Los médicos del Servicio de Urgencias Canario llegaron a la zona alertados por varias llamadas que indicaban que un windsurfista había golpeado con su tabla a una mujer, que estaba sangrando.

Los sanitarios del SUC solo pudieron confirmar el fallecimiento de la mujer, debido a la gravedad del corte que tenía en el cuello.

La concejal de Seguridad ha explicado que en la playa donde se produjo el accidente están permitidos los deportes acuáticos, tanto el windsurf, como el buceo, aunque cumpliendo las normas. La Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación de los hechos, una vez que el juzgado de guardia ha autorizado el levantamiento del cadáver.

Windsurfista

Por otra parte, el windsurfista ha ingresado en el centro de salud de El Doctoral con una fuerte crisis de ansiedad. El protagonista es un joven sueco, cuya edad no ha podido precisar, que se encontraba de vacaciones en la zona.

Según García, los primeros indicios recabados en el lugar de los hechos señalan que se trata de un accidente y así se lo ha transmitido la Guardia Civil al juez de guardia en la zona, que ha autorizado el levantamiento del cadáver.

La Policía Judicial considera que se han dado todas las circunstancias posibles para que se produjera el accidente, ya que la buceadora, una ciudadana rusa de 31 años que residía desde hace un tiempo en Santa Lucía de Tirajana, no señalizaba su posición y actividad con una baliza y, además, el windsurfista se había acercado algo más de lo habitual a la costa.