Javier Salinas, obispo de la diócesis de Mallorca. | Joan Torres

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El obispo de Mallorca, Monseñor Javier Salinas, ha reiterado la postura de «tolerancia cero» de la Diócesis ante presuntos abusos cometidos por sacerdotes de la isla y ha insistido en la necesidad de «apoyar a las víctimas y respetar la presunción de inocencia».

Salinas ha reconocido, en declaraciones a la radio Cope, el «momento difícil» por el que atraviesa la Diócesis por la denuncias sobre abusos que afectan a varios sacerdotes de Mallorca, de las que ha dicho que, aunque «ambiguas» son «de gran peso».

El obispo ha pedido «serenidad y respeto por las investigaciones».

En referencia a la denuncia publicada contra el párroco de Sa Pobla por parte de un exmonaguillo, Salinas se ha mostrado «sorprendido» por este caso que no afecta a un menor, sino a un hombre de 38 años.

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No obstante, ha señalado que ante esta denuncia se tomarán medidas cautelares, con lo que el denunciado dejará la parroquia para que pueda defenderse y «porque un rector es una persona pública».

Según el obispo, de esta manera «salen así al frente del escándalo que pueda provocar» este tipo de informaciones.

Ha insistido en que «si hay denuncia, se investigará con total transparencia y se buscará la verdad».

Salinas ha hecho un llamamiento a los sacerdotes para mostrar que «el celibato tiene sentido y peso y es algo que deben demostrar, no se da por supuesto» y que los momentos de dificultades también son «una oportunidad de crecimiento».

Salinas ha reconocido «la creciente preocupación y temor» entre los sacerdotes, quienes se muestran «inseguros» en cómo actuar en su trabajo pastoral con niños y jóvenes «por el miedo a que se malinterprete todo lo que hacen».