El agente de la Guardia Civil, Fernando Martínez, en la calle de Palmanova donde protagonizó el rescate. | Alejandro Sepúlveda

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El agente de la Guardia Civil Fernando Martínez lleva cuatro años destinado en Mallorca y días atrás protagonizó un heroico rescate en Palmanova, que evitó que una mujer inglesa saltara desde doce metros de altura.

«Estaba de patrulla por Palmanova y avisaron por la emisora de que una mujer había consumido pastillas y alcohol y se quería tirar de un tercer piso». El agente Martínez llegó al edificio y subió a la tercera planta: «Oía gritar a una mujer, que le decía en inglés a otra que se calmase. Luego supe que era la suegra, que intentaba calmar a la nuera. Toqué a la puerta, pero la suegra no me abría porque no quería dejar de controlar ni un segundo a la otra, que estaba a punto de saltar».

En ese momento una vecina le abrió su casa: «Entre, desde aquí puede llegar a la otra terraza». El guardia civil, en efecto, comprobó que la mujer, de 35 años, estaba fuera de sí: «Chillaba y se movía de forma compulsiva. Se llevaba las manos a la cabeza y miraba al vacío. Era imposible hablar con ella. Entendí que tenía que reaccionar ya y decidí pasar por fuera de la barandilla, a pesar de que era bastante peligroso. Aproveché cuando ella estaba mirando a su suegra, que le decía algo».

Fernando se jugó la vida, pero en segundos consiguió pasar de una terraza a otra, por la fachada exterior. «Caí sobre unas cajas y acto seguido me lancé a por ella». El funcionario benemérito sufrió algunas lesiones leves, pero consiguió evitar el suicidio.