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Marcos Ferragut, el carnicero de Campos que apuñaló hasta matar a Rafel Gaspar Miralles alega en su defensa que durante toda la noche previa al crimen solo recuerda ‘flashes’ de la discusión que mantuvo con el fallecido. Su defensa ha solicitado un análisis de sangre para establecer si, además de cocaína, el detenido había consumido algún tipo de narcótico que afectara a su voluntad y que le hubiera podido ser facilitado por otra persona.

La versión que Ferragut dio ayer a la jueza que le tomó declaración en Manacor insiste en que fue chantajeado durante meses por la víctima. Negó que hubiera tenido una aventura con el fallecido o que le hubiera comprado droga en ningún momento. Alude a un episodio en el que le dieron una mochila para guardar que asegura que luego se enteró que había sido robada. A partir de ahí comenzaron a reclamarle una cantidad económica que llegó a los 12.000 euros, según el detenido. El carnicero dice que Rafel Gaspar le llamaba de forma insistente para presionarle y que, cuando quedaban siempre le daba cocaína para que se tranquilizara y que él se la tomaba porque no podía negarse.

Crimen

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Sobre el día en el que ocurrieron los hechos, según su versión, la víctima le llamó y fue a su casa a última hora del primero de mayo. Allí coincidió durante unos minutos con la mujer del detenido, lo que provocó un momento de tensión y ambos se fueron y consumieron cocaína juntos. Regresaron a la vivienda de Campos de madrugada y, según Ferragut, la víctima quería que le entregara unas joyas como pago por esa deuda que le reclamaba. La discusión se prolongó durante horas y es en ese contexto en el que el carnicero sitúa sus lagunas de memoria y sus desorientación. El caso es que, en un momento dado, harto de estos requerimientos por parte de la víctima, le golpea con una botella de cristal y más tarde le apuñala, extremo que sí admitió ante la instructora. Otra de las cuestiones que negó fue que existieran grabaciones sexuales de él con la víctima. Ferragut dio una explicación de que en ocasiones la víctima se había desnudado ante él y apunta a que podría haber grabado alguno de estos episodios.

El detenido admitió que durante años tuvo problemas de adicción a las drogas, en concreto con la cocaína pero que ya no era un consumidor habitual de esta sustancia. Según su versión sólo tomaba coca cuando se juntaba con la víctima algo que ocurría, según dijo siempre a petición del joven de 22 años.

De cualquier modo, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor acordó ayer su ingreso en prisión provisional. En principio queda imputado de un delito de homicidio, si bien esta calificación podría cambiar por la de asesinato durante la instrucción. El detenido declaró a lo largo de unas tres horas ante la magistrada.