Los guardias entraron al arrestado por la puerta de emergencia. | Antoni Pol

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Agentes de la Guardia Civil de Inca han procedido a la detención de dos súbditos marroquíes acusados de violar a un tercero y robarle unos 300 euros en efectivo. Los hechos se produjeron, en la madrugada del Viernes Santo, en un domicilio de Inca. Al parecer, según información a la que ha tenido acceso Ultima Hora un grupo de tres súbditos marroquíes estaban juntos tomando alcohol en el domicilio de la víctima. A la mañana siguiente, el denunciante se percató que le habían robado unos 300 euros en efectivo y que tenía un fuerte dolor en sus partes más íntimas y nalgas. Tras acudir al médico, los profesionales confirmaron que el paciente había sido agredido sexualmente (violado) y que presentaba lesiones compatibles con una penetración.

La víctima acudió al cuartel de la Guardia Civil de Inca e interpuso la pertinente denuncia. Durante su testifical, el denunciante aportó a los agentes responsables de la investigación el pertinente parte médico.

En los hechos relatados, el afectado, un hombre de 39 años, apuntó que la noche antes había estado de copas en su domiciliocon dos amigos suyos, varones de 39 y 44 años, respectivamente. Que no se acuerda de nada más. Sólo que cuando se levantó a la mañana siguiente sus amigos no estaban en el domicilio, le dolían mucho sus partes íntimas y que le habían robado unos 300 euros.

Los agentes procedieron a la localización y posterior detención de los acusados. Una vez en dependencias policiales, practicaron un completo interrogatorio con la finalidad de esclarecer los hechos. Durante el mismo, los dos arrestados negaron los hechos, pero no fueron muy claros sobre lo que sucedió la noche de autos.

Sobre las 18.10 horas, una pareja de la Guardia Civil condujo al detenido hasta el juzgado de guardia. Una vez allí, los agentes entraron al arrestado por la puerta de detrás (emergencias) y con la mano trataron de impedir que los medios gráficos realizaran su trabajo.

Uno de los guardias identificó al compañero gráfico, tomó la filiación del mismo y le obligó a mostrarles las fotografías. El incidente no llegó a mayores.