Franck Hernández, en la cama del hospital de Langkawi donde permanece ingresado.

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Las vacaciones paradisíacas de un joven mallorquín y su amigo casi acaban en tragedia. Franck Hernández, un vecino de Palma de 21 años, permanece ingresado en un hotel de Langkawi (Malasia) tras ser atropellado por un deportivo que luego se dio a la fuga. El muchacho resultó con los dos tobillos destrozados y ahora pide ayuda para poder ser evacuado a un hospital mallorquín.

El pasado viernes, por la noche, Franck y su compañero Aldo Mauro, de 25, estuvieron de copas en un bar y al salir se sentaron en el borde de la carretera, esperando un taxi.

Deportivo

De improviso, irrumpió en la calzada un vehículo deportivo que circulaba a gran velocidad y que giró bruscamente hacia los dos jóvenes. «Afortunadamente, mi amigo pudo apartar las piernas, pero a mí me pasó por encima de los tobillos, rompiéndome los dos. Uno de ellos me quedó colgando», relató ayer a Ultima Hora.

Franck, a continuación, quedó malherido sobre la calzada y su compañero pidió ayuda. El coche se dio a la fuga y la ambulancia, según el joven mallorquín, «tardó cuarenta minutos en llegar». Su estado era grave y en cuanto ingresó en el hospital de Langkawi fue operado de urgencia por los médicos, que tuvieron que reconstruirle parte del hueso de la pierna izquierda. Su rehabilitación será lenta y durante meses no podrá caminar.

«La policía le preguntó a mi amigo mi nombre y mi pasaporte, pero ni siquiera se interesaron ni por lo que había pasado. Estos últimos días he estado intentando denunciar lo ocurrido en las comisarías de Langkawi, pero me han ignorado. Algunas veces incluso me preguntaban si era musulmán o no», explicó el herido.

El joven añadió que «estoy bastante mal y las condiciones higiénico sanitarias de este hospital dejan mucho que desear, así que sólo espero que me trasladen a Mallorca para seguir allí con las operaciones».

El caso de Franck también ha llamado la atención de los medios de comunicación locales. El diario New Straits Times le realizó una entrevista en el hospital, con una foto en la que aparecía en la cama, herido. «Cambiaron todo lo que dije, a favor de la policía. El coche se dio a la fuga y yo no puedo denunciarlo. Quiero que todo el mundo sepa lo que está pasando, es una gran injusticia». Franck llegó a Malasia el pasado 4 de febrero. Su amigo Aldo ha tenido que regresar a Italia, por lo que se ha quedado solo: «El embajador español en Malasia se ha interesado por mi caso y me ha dicho que hará todo lo posible por ayudarme. Pido por favor que no me dejen aquí y que hagan un traslado médico lo antes posible a Mallorca».