La Guardia Civil encontró la escopeta recortada en el coche del detenido. | Alejandro Sepúlveda

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Cacería nocturna. La Guardia Civil montó durante la noche y la madrugada de ayer un gigantesco dispositivo para localizar al atracador que asaltó la gasolinera del Port de Pollença, armado con una escopeta recortada. Tras nueve horas frenéticas, los agentes le dieron caza en esa misma localidad y le intervinieron el arma de fuego.

Tal y como adelantó ayer en exclusiva Ultima Hora, sobre las ocho de la tarde un varón de 46 años de edad se presentó en la estación de servicio del Port y encañonó a la empleada. A continuación, le gritó: «Entrégame todo el dinero de la caja».

Botín

La cajera, muy asustada, le dio los billetes que había en la caja y el atracador se dio a la fuga. La Policía Local fue la primera en intervenir y en cuanto la Guardia Civil tuvo conocimiento de lo que había ocurrido varias patrullas se desplazaron a la gasolinera y tomaron declaración a la víctima. La mujer explicó que el delincuente cubría su rostro con un pasamontañas y en un primer momento explicó que llevaba una pistola, aunque después se comprobó que era una escopeta recortada.

La Benemérita montó controles en todo el pueblo y las localidades vecinas, por si el hampón trataba de huir por carretera, y se entrevistó con vecinos de la gasolinera para comprobar si habían visto u oído algo sospechoso. Mientras se iban recabando datos, apareció como sospechoso un residente en sa Pobla que portaba una pulsera de localización por una condena de malos tratos.

El cerco se fue estrechando y finalmente, a eso de las cinco de la madrugada, los funcionarios capturaron por fin a L. R. J., un toxicómano de nacionalidad española y con antecedentes policiales. En el interior de su vehículo encontraron la prueba definitiva: la escopeta recortada que utilizó en el asalto a la casa. Por la mañana, los guardias registraron su casa en busca del dinero que había robado. La huida de L. R. J. duró nueve horas.