Los agentes de la Policía Local de Palma acudieron uniformados al juicio. | Alejandro Sepúlveda

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Absueltos por prescripción. La Audiencia Provincial ha exculpado a tres policías locales de Palma y a cuatro vecinos de una falta de lesiones por una pelea que todos ellos mantuvieron en un restaurante junto al Mercat de l'Olivar. La sentencia concluye que los hechos han prescrito para todos a pesar de que la actuación de los policías fue «desproporcionada, desmesurada, impropia de un estado democrático», «desmedida y desacertada», «irracional e impertinente». Todos estos adjetivos los dedica la sentencia a la enorme pifia policial que terminó con quince agentes para reducir a los dueños de un restaurante, su hija y un cliente.

Los hechos ocurrieron en agosto de 2008. El dueño del local fue multado por dos agentes por aparcar mal su coche. Ahí tuvo lugar una primera discusión entre los policías y el multado. Dos días después, los dos funcionarios del primer episodio fueron con otro dos al restaurante con la intención de identificar al conductor y a su mujer. Se toparon con la hija de estos que les dijo que sus padres no estaban y les pidió que la identificaran a ella fuera del establecimiento, que en ese momento estaba en pleno servicio de comidas.

Los policías se negaron y de hecho, la sentencia ve verosímil que la oficial al mando ordenara la identificación «aquí, ahora y por huevos». A partir de ahí se inició una pelea. En ella los agentes golpearon a la hija y al matrimonio dueño del local y a uno de sus clientes y, a su vez recibieron golpes por parte de éstos.

Los dos grupos implicados en la pelea se acusaban mutuamente. La Audiencia descarta los delitos más graves que había sobre la mesa. Por un lado señala que no existió un delito contra la integridad moral de los dueños del restaurante y por otro que no hubo atentado contra los agentes de la autoridad. Lo primero lo descarta por un error en el relato de la acusación que mantenía esos hechos ya que no se describe que los agentes lo que quisieran fuera «humillar» a los agredidos. Sobre el atentado, la Sala razona que los policías perdieron su condición de autoridad una vez que su comportamiento fue el de participar en una trifulca.

Al desechar estos dos delitos, todo lo que queda, a juicio de la Audiencia son siete faltas de lesiones que habrían prescrito. Una cuarta policía local que estaba acusada queda absuelta porque se retiraron los cargos contra ella en el juicio.