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Una broma entre dos parejas provocó un rifirrafe con otro individuo que acabó en una pelea multitudinaria. Los incidentes concluyeron con un detenido, Felipe Moisés R. B., peruano de 36 años, y un herido, de 27 años y nacionalidad paraguaya.

Los hechos se iniciaron sobre la una y veinte de la madrugada de ayer en un local de copas de la calle Manacor, de Palma. Según varios implicados y testigos, el herido estaba con su mujer y otra pareja. Esta segunda pareja tenía sueño y se quedaba dormida en el local. El paraguayo y su compañera les lanzaban agua a modo de broma para que no se durmieran.

En un momento dado salpicaron al peruano de 36 años. Éste se lo tomó a mal y se encaró con el paraguayo. Al parecer cogió una botella, la rompió contra la barra y después lo agredió. La víctima sufrió un corte importante en una oreja, y otros en el antebrazo izquierdo y en la parte trasera de la cabeza, además de magulladuras en distintas partes del cuerpo.

Acto seguido se inició una riña multitudinaria. El agresor huyó corriendo, pero fue perseguido por un numeroso grupo de personas.

La policía llegó al lugar y encontró al herido, el cual se negaba a ser trasladado en ambulancia a un hospital y tuvo que ser 'obligado' a recibir asistencia médica debido a las lesiones que presentaba.

Las personas que perseguían al agresor le dieron alcance y le propinaron diversos golpes. Entre ellas había un hombre de raza negra que se sumó al tumulto. Dijo a la policía que se encontraba por la calle cuando vio pasar a un hombre y al grupo perseguidor, se unió a ellos y cuando el perseguido estaba en el suelo le daba golpes porque lo rodearon a él también y ya no sabía de quién tenía que defenderse.

Finalmente, sólo fue detenido el peruano, aunque en su declaración dijo que él no sabía cómo había empezado la pelea en el bar.