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La Audiencia Provincial de Palma ha condenado, por conformidad entre las partes, a cuatro años de prisión a la acusada de agredir y retener ilegalmente a su pareja, con la colaboración de un amigo, para que sacara todo el dinero del que disponía en el banco y lo entregase a ambos inculpados, quienes para ello amenazaron de forma continua a la víctima, le golpearon con un hacha y un alargador de rodillo, le mantuvieron encerrado en el baño y le obligaron a desnudarse en un descampado.

Tanto la mujer como su amigo se conformaron con una pena de tres años y medio de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación en concurso con otro de coacciones así como seis meses por lesiones, con la atenuante de toxifrenia. Asimismo, durante seis años no podrán acercarse a la víctima, a quien deberán indemnizar de forma conjunta con 3.000 euros. La Fiscalía reclamaba inicialmente para cada uno de los procesados un total de ocho años de cárcel.

En concreto, los hechos comenzaron cuando sobre las 20.00 horas del 5 de octubre del pasado año, en su domicilio de Es Castell, la acusada requirió a su pareja que le diera 3.000 euros y, al negarse, le agredió con ánimo de menoscabo, propinándole un puñetazo y golpeándole con un alargador de rodillo.

Puesto que la víctima continuaba negándose a entregarle el dinero, María Tamara Z.S. llamó a su amigo y, una vez juntos, forzaron al perjudicado a subir a un vehículo para apearse en diversos cajeros automáticos, en el primero de los cuales lograron que extrajera 300 euros después de que Gerardo E.G. le profiriese «saca todo el dinero, que te reviento». En otro de los cajeros, no consiguieron que extrajera más cantidad pese a ser obligado con frases como «saca todo el dinero, que sé que tienes dinero, sino te mato».

En otra de las oficinas bancarias, el acusado increpó al hombre al advertirle de que «serás mejor que saques dinero de ésta, sino te matamos», consiguiendo con ello 400 euros. Acto seguido, la víctima fue forzada a subir nuevamente al vehículo para conducirlo a un descampado ubicado en el Camino de Trepuco, en Mahón, donde el acusado cogió un hacha del coche y comenzó a golpear el automóvil, causando diversos desperfectos.

Tras ello, los procesados, quienes se encuentran en prisión provisional, obligaron presuntamente al hombre a desnudarse y a entregarles dos teléfonos móviles y su cartera, siendo golpeado en las piernas con el hacha mientras le ordenaban llamar al banco bajo amenazas, lo que hizo el agredido sin lograr elevar el límite de la tarjeta.

Desde allí volvieron a Es Castell y, con ánimo de restringir su libertad, los acusados le encerraron en el baño forzándole nuevamente a llamar al banco, amenazándole con cortarle un dedo del pie con una tijera de podar si no llamaba, y a escribir una carta en la que reconociera haber agredido a Tamara y haber destrozado la casa. Finalmente, le dejaron marchar no sin antes avisarle de que a las 10.00 horas del lunes siguiente debía entregarles el dinero.

Para ello, Gerardo E.G. aseveró tener «gente avisada», haciendo a la víctima una foto con el teléfono móvil así como del coche y su matrícula y diciéndole que «ahora sé quién eres, de ésta no te escapas, el lunes quiero el dinero en la Explanada». Como consecuencia de los hechos, el hombre sufrió numerosos hematomas, fracturas y contusiones que requirieron de tratamiento quirúrgico ortopédico.