Momento en el que los bomberos y la policía encuentran el cuerpo sin vida del bebé dentro de una bolsa, en el contenedor. | Vasil Vasilev

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«Lo tiré a la basura porque nació muerto». Una mujer española de unos 30 años de edad permanece ingresada en una clínica de Palma tras dar a luz y tirar a su bebé en un depósito subterráneo de basuras, en la calle Balanguera, muy cerca de la iglesia de Sant Sebastián.

Durante la noche de ayer, la embarazada se sintió mal y comenzó a perder sangre. Poco después le sobrevino el parto y según ella el neonato no sobrevivió. La mujer lo metió en una bolsa y lo arrojó a los contenedores ubicados entre los números 14 y 16 de Balanguera.

Contrarreloj

Su estado empeoró y ya por la mañana acudió a una céntrica clínica palmesana, con una hemorragia interna. Los médicos que le atendieron descubrieron enseguida que había dado a luz recientemente y le preguntaron de forma insistente por el bebé. Al final, la joven se derrumbó y contó toda la historia. La Policía Local, el Cuerpo Nacional de Policía y los bomberos se pusieron en marcha sin demora, en una carrera contrarreloj por hallar al recién nacido. No había constancia de que estuviera muerto, así que los equipos de emergencia se esmeraron al máximo para encontrarlo cuanto antes. «Cada minuto es muy valioso», contó un funcionario, mientras participaba en la búsqueda. El problema residía en que no estaba demasiado claro en qué contenedor había sido arrojado el bebé, y en Balanguera, Plaza Madrid y Avenida Argentina hay varios depósitos subterráneos. Un camión de Emaya se unió al dispositivo y comenzó a vaciar los depósitos, ya que en caso contrario eran los bomberos los que tenían que entrar por conductos muy estrechos, y se demoraba mucho.

Pasadas las tres de la tarde, tras una búsqueda angustiosa, se encontró el cuerpo del niño dentro de una bolsa. Ya estaba cadáver y ahora la autopsia determinará si nació con vida o, como sostiene la madre, ya estaba muerto. La mujer permanece bajo custodia en la clínica.