Agentes de la compañía de la Guardia Civil de Inca practicaron la detención. | Alejandro Sepúlveda

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No pudieron esperar y se bebieron su botín hasta reventar. Se trata de cinco jóvenes fugados de un conocido centro de desintoxicación de drogas que han sido detenidos por agentes de la compañía de la Guardia Civil de Inca tras perpetrar un robo en unas bodegas de Binissalem y provocar importantes daños materiales.

De hecho, no conformes con destrozar la puerta de acceso, los delincuentes también se cebaron con una de las prensas del recinto.

Investigación

Según los primeros datos de la investigación, los varones, de entre 25 y 35 años de edad todos ellos, iban tan puestos en el momento de acceder a las bodegas que comenzaron a beberse el vino y, acto seguido, a vomitarlo.

Los restos del vómito sirvieron a las primeras patrullas de la Guardia Civil que acudieron al lugar del robo para seguirles el rastro y proceder a su detención.

La localización del grupo de delincuentes se produjo en el mismo centro de desintoxicación donde estaban celebrando el éxito conseguido.

En el instante que se produjo el arresto, el estado de embriaguez de los cinco sujetos era tal que los funcionarios tuvieron que tomar medidas de seguridad higiénicas para introducirlos en los vehículos policiales.

Acto seguido, un equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Inca se hizo cargo de la investigación de los hechos.

Todo apunta que en el momento de perpetrar el robo, todos ellos, iban bajo los efectos de algún tipo de sustancia estupefaciente.

Los arrestados fueron conducidos a los calabozos del cuartel de la Benemérita y puestos a disposición judicial. Eso sí, una vez que durmieron la mona a la sombra de los barrotes.