Un arresto se produjo en un chalet del Puig d’en Ros, en el término municipal de Llucmajor. g Fotos: VASIL-A.SEPÚLVEDA | Vasil Vasilev

TW
0

Llegaron a Mallorca hace algunos años y su intención era hacer «el menor ruido». Y eso que su aspecto fiero, sus tatuajes y sus chupas de cuero no eran precisamente discretas. Los ‘Ángeles del infierno’ utilizaban la tapadera motera para extorsionar a compatriotas en la Isla.

La macrooperación de ayer confirmó lo que los investigadores ya sabían: que se trataba de una banda muy peligrosa y bien organizada. Algunos de sus miembros ocultaban en sus casas escopetas recortadas y pistolas, y tenían perros de razas peligrosas. La mayoría acudía casi a diario a un gimnasio y su aspecto musculado les confería mayor fiereza. Se organizaban por «capítulos», que venían a ser grupos o células que operaban de forma más o menos autónoma. Además, contaban con información privilegiada, que supuestamente le suministraban la trama policial corrupta que también ha sido desmantelada con los Hell Angels.

Uno de los detenidos ha asegurado que él, en realidad, era una víctima de los moteros y que llevaba cuatro meses escondido en su lujosa casa de Establiments por miedo a sufrir graves represalias.