1 de 3 | Andreu hijo, con su padre, Inna y su hija Iulia. | Redacción Sucesos

ALARO. ASESINATOS. HALLADO UN EMPRESARIO MUERTO A GOLPES EN EL MALETERO DE SU COCHE

2 de 3 | Andreu Coll Tur, de 18 años, confesó que mató a golpes a su padre, con la ayuda de su amigo Fran Abas Rodríguez, de 20 años. | Pere Bota

EL HIJO DEL EMPRESARIO DE ALARO ASESINADO ANDREU COLL , CONFIESA QUE MATO A SU PADRE

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Javier JiménezAlaró17/07/13 0:00
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Pese a su tacañería, el empresario asesinado de Alaró no se olvidó de sus allegados y empleados más fieles en su testamento. A cinco de ellos les lega 110.000 euros, aunque el grueso de su fortuna -estimada en unos 50 millones de euros- va a parar a su hermana Margarita, que será la dueña de las 98 propiedades de Andreu Coll Bennàssar. Una amiga inglesa es la séptima y última beneficiada en el testamento. Tres de los empleados trabajan para PalmaMatic, la empresa de Andreu de máquinas recreativas, con sede en Palma. Un cuarto tiene una vinculación no tan directa con el negocio y el quinto beneficiado es un asesor de Andreu, que además era amigo suyo íntimo. La sexta afortunada en el testamento, que se modificó el pasado día 24 por deseo expreso del empresario, es una ciudadana inglesa, que había mantenido una relación con Andreu.

La víctima del crimen de Alaró tenía dos sociedades: PalmaMatic, con un patrimonio neto de 1.994,331 euros; y Coltur, con un patrimonio de 4.407,466 euros. La primera sociedad, dedicada al negocio del juego, tiene una propiedad, mientras que la segunda, una inmobiliaria, posee 78 propiedades. Además, a nombre de Andreu Coll había otras 19 propiedades, sobre todo solares y locales. En total, pues, el empresario asesinado poseía 98 pisos, casas, solares, comercios y locales, muchos de ellos en Alaró.

Por otro lado, Inna Iavorscaia, la mujer moldava que fue la novia de Andreu durante siete años, explicó a este diario que la causa de la ruptura entre ambos fue Andreu junior, «que buscó motivos y consiguió salirse con la suya». La mujer y su hija Iulia vivían en el chalet de sa Teulera junto al empresario y su hijo, ahora encarcelado por el crimen. Inna relató que el joven no colaboraba en las tareas domésticas y se pasaba el día «jugando a la consola o dando vueltas con sus amigos». La mujer contó que «los caprichos del niños tenían cada vez más atado al padre, que no quería reñirle para que no se fuera de casa». Al final, la relación acabó el 5 de marzo pasado: «Pero para mí siempre será un número uno».