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La Sección Primera de la Audiencia de Palma ha condenado a cuatro años y medio de prisión a un joven de 26 años por herir al dueño de una pizzería de Son Servera al apuñalarlo tras haberse alterado por el ruido del local.

También se le prohíbe a acercarse y comunicarse durante nueve años con su víctima, de la que ya tiene orden de alejamiento desde que sucedieron los hechos, según la pena con la que se conformó durante el juicio que se celebró el 13 de mayo.

La Sala le aplica las circunstancias atenuantes de reparación del daño, ya que ha pagado a la víctima 4.256 euros, y de retraso mental leve combinado con consumo habitual de drogas, según fija la sentencia.

Los hechos por los que Juan M.G. ha sido condenado ocurrieron el 16 de julio de 2009 por la noche, en un restaurante situado frente a su domicilio de Son Servera, al que acudió sobre las once y media en un estado muy alterado.

Una vez en el local se dirigió a uno de los propietarios al que recriminó el alto volumen con que sonaba la música del establecimiento.

El dueño del mismo le dijo que seguiría sonando hasta las doce de la noche, por lo que el acusado se alteró más, ante lo que el primero intentó calmarle y le acompañó a la vía pública para que entrara en razón.

Sin embargo, en ese momento el procesado sacó una navaja de unos diez centímetros de hoja de la parte posterior de su cintura, que portaba con una funda, y le asestó un navajazo en la cavidad axilar izquierda de la víctima, que sufrió una gran hemorragia y por lo que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente de urgencia.

Mientras el herido era trasladado a un centro médico el acusado abandonó el lugar para volver escasos minutos después portando esta vez un cuchillo de cocina con el que amenazó a los clientes y empleados del establecimiento con matarles, hasta que mediaron sus padres para que depusiera su actitud y abandonara el lugar.

El fiscal pedía inicialmente siete años de prisión por delito de homicidio en grado de tentativa.