Imagen de la sala en la que se desarrolla el juicio, durante una de las sesiones con el acusado en primer término. | Alejandro Sepúlveda

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Zohuair Aulad Radi, 'Joel', estaba «realmente tranquilo» después de descubrir el cuerpo de Nuria Orol en la vivienda de ésta en el Port d'Andratx. Una vecina de la fallecida que estaba presente cuando el acusado y la madre de la víctima entraron en el domicilio y hallaron el cadáver de la joven desmintió que éste estuviera en estado de shock.

La muerte de Orol se había producido en torno a las cuatro de la madrugada del 24 de octubre de 2011. A las ocho de la tarde, el hermano y la madre de la fallecida llamaron preocupados a Joel, la única persona que tenía llave de la casa. Éste accedió a la vivienda por la terraza, cuya puerta no estaba atrancada. Primero tuvo que atravesar el piso de la suegra de esta testigo: «El señor éste saltó por el balcón. Yo me quedé llamando a emergencias que me dijeron que tenía que entrar en la vivienda». En ese momento, el acusado salió de la casa con la niña de dos años de la víctima que llevaba 15 horas sola en la vivienda con su madre muerta. «Lo ví tranquilo. Me pasó el teléfono porque los del 112 no le entendían. Luego se marchó sin decir adiós ni nada». La mujer explicó que la madre de Nuria no llegó a entrar en el piso pero sí el hijo de siete años de la víctima.

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Una de las claves del juicio es cómo estaba la llave de Nuria colocada en la cerradura en el interior de la vivienda. En varias posiciones impedía abrir desde fuera. Sin embargo, fue manipulada por un policía local de Andratx antes de que la examinara la científica.

Tanto el comandante de la Guardia Civil encargado de la investigación como el brigada jefe de Homicidios explicaron que desde un primer momento existieron sospechas sobre Joel. Además de esta marcha, sus declaraciones no cuadraron a los investigadores. «Nos dice que cuando sale no sabe si está viva o muerta, que la ha visto muy mal», aseguraron. Tampoco convenció que éste dijera que pasó por delante de una cámara de seguridad cercana a casa de Nuria Orol porque buscaba un bar abierto: «Conoce perfectamente el Port y sabía que a esa hora no había ningún local abierto y los que habían funcionado esa noche fueron aquéllos en los que él había estado», aseguró el comandante.

El instructor de las diligencias también deslizó en su declaración la relación del acusado y la víctima con el tráfico de drogas. Según dijo en el registro de la vivienda de Joel se encontraron papelinas. El comandante señaló que su opinión es que el acusado pasaba cocaína a la víctima que también vendía y recordó que Nuria Orol estuvo en tratamiento por adicción a estupefacientes.