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Los juicios más largos también se acaban. A las tres de la tarde de ayer el presidente de la sala, Diego Gómez Reino, pronunció el visto para sentencia. Antes, la última sesión fue el maratón de las defensas, entre ellas la de Francisca Cortés Picazo, ‘La Paca’. Su letrado, Carlos Portalo, defendió que es inocente de un delito de tráfico de drogas: «Para el fiscal, lo importante es encontrar un responsable al problema de la droga en Son Banya. Por eso exige una responsabilidad penal al mito o leyenda que se ha creado en ‘La Paca’». El letrado llevó la comparación más allá al comparar a la matriarca con Robin Hood: «Nos da igual lo que haya hecho de verdad, lo que importa es su leyenda, pero de la prueba practicada no se ha evidenciado la participación de Francisca Cortés Picazo».

El fondo de la petición de absolución se basa en que, a juicio de la defensa, no existen pruebas que identifiquen a la matriarca como cabecilla de una organización dedicada al tráfico de drogas. Así, señaló que en ningún momento la Guardia Civil localizó llamadas de ‘La Paca’ cuando en el registro sí se encontraron varios teléfonos móviles en la vivienda, lo que, a su juicio indica que ella no hablaba de droga porque no participaba en el tráfico de estupefacientes, no porque fuera la líder y tomara medidas de precaución. «El problema es de deficiencia de investigación, no otros», añadió.

Otro de los argumentos que niega la defensa de la matriarca es que el clan familiar sea una organización criminal a efectos legales. Esto tiene su importancia porque, en el caso de condena, lo que eleva la petición del fiscal hasta los 17 años para ‘La Paca’ es precisamente que se le atribuye liderar una organización.

La defensa de ‘La Paca’ se apoya también en las numerosas peticiones de nulidades contra las pruebas planteadas por todas las defensas y que han llevado a que sólo dos de los 47 acusados asuman haber participado en los hechos, uno en drogas y otro por tener armas.