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La Audiencia Provincial de Palma ha confirmado la condena de multa de 2.880 euros impuesta a un hombre que, tras ser obligado a dejar un local de negocio por el impago de las rentas de alquiler, provocó en el inmueble como represalia importantes destrozos y desperfectos que se saldaron con el arranque del fregadero, la rotura de cristales, de los plafones de los techos y de la barra de granito del bar así como con el deterioro de las paredes.

En su sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal de la Sección Segunda ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por el acusado contra la resolución que en primera instancia le condenaba al pago de la multa y de una indemnización de más de 400 euros en los que fueron valorados los desperfectos. Durante el juicio, el inculpado negó los hechos e incluso aseveró que entregó el local «en mejores condiciones que lo recibió».

Según la sentencia, el acusado firmó un contrato de arrendamiento el 19 de diciembre de 2007 con la entidad propietaria del local a fin de explotarlo como un salón recreativo, si bien, tras no abonar las cuotas del alquiler, la propietaria presentó en febrero de 2012 una demanda de desahucio. El Juzgado le instó a desalojar el lugar y le condenó al pago de 12.691 euros por las rentas impagadas.

Así, relata la resolución, el inculpado, directamente o por mediación de otra persona, incumpliendo la obligación legal de devolver el local en condiciones adecuadas, procedió a causar daños que «exceden ampliamente el desgaste normal de un inmueble que se explota como local de negocios», como el imputado alegó en su defensa durante la vista oral en la que fue juzgado.

«Los daños necesariamente fueron causados por alguien con acceso al local, de manera intencionada», recalca el tribunal, incidiendo en que «no es lógico que el local se devuelva sin un cuadro eléctrico o con un hueco en la pared que ha quedado al descubierto tras la retirada de un objeto existente». Para concluir que los daños se causaron «como respuesta al hecho de que, por falta de acuerdo, el acusado tuviera que abandonar el lugar».