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El Hotel Cecil de la ciudad de Los Angeles se ha encontrado con un cadáver en los depósitos de agua del establecimiento después de que los clientes del hotel se quejaran del mal olor y el sabor raro del agua con el que se aseaban, cocinaban y hasta bebían, según informa 'Los Angeles Times'.

Los huéspedes del hotel estuvieron utilizando el agua de los depósitos del inmueble sin sospechar que dentro guardaban una desagradable sorpresa: el cadáver de una mujer que llevaba tres semanas en uno de los cuatro depósitos de agua del hotel.

Decenas de clientes del hotel, ubicado en el barrio de Skid Row, han utilizado el agua del grifo para asearse, cocinar y hasta beber durante días, y también la cocina del establecimiento y una cafetería la han consumido para sus servicios.

Las autoridades sanitarias dicen que el agua estaba contaminada mínimamente y que actualmente no se han encontrado restos muy nocivos para la salud. No obstante la Policía ha recomendado que se evite este consumo hasta que un laboratorio haya culminado las pruebas de salubridad y se hayan desinfectado los depósitos.

MUJER SOLA Y EN ACTITUD INQUIETA

La víctima ha sido identificada como Elisa Lam, de 21 años y nacionalidad canadiense, y la policía se encuentra en estos momentos tratando también de averiguar si la muerte de Lam fue un homicidio o un accidente.

Por el momento ha trascendido que la mujer llegó a Los Angeles sola el pasado 26 de enero y que la última vez que se la vio con vida fue el 31 de enero, cuando fue grabada por las cámaras de vigilancia del hotel subiendo al ascensor, apretando botones y en actitud inquieta.

El portavoz del Departamento Forense de Los Angeles, Ed Winter, aseguró que la autopsia ya ha sido finalizada, pero que no se ha podido determinar si hay signos visibles de traumatismos en el cuerpo, según 'Los Angeles Times'.

Según Winter, las pruebas de toxicología, que tardarán de seis a ocho semanas en completarse podrían determinar si Lam estaba tomando medicamentos u otra sustancia en el momento de su muerte y, en caso afirmativo, si se encontraba en niveles terapéuticos.

La única manera de llegar a la azotea es a través de una puerta cerrada que sólo los empleados tienen acceso, y a través de una escalera de incendios. La puerta está equipada con un sistema de alarma que notifica al personal del hotel si alguien está en el techo, según el sargenteo de policía de Los Angeles, Rudy López.

El jueves, los funcionarios de salud dijeron que no había rastros de bacterias causantes de enfermedades peligrosas en el suministro de agua el Hotel Cecil.

Hasta que todo se aclare, el Hotel Cecil ha trasladado a los ocupantes de 27 habitaciones a otro establecimiento. Once clientes han decidido quedarse, pero han tenido que firmar un documento en el que se dan por enterados de la situación. La dirección del hotel les está proporcionando toda el agua embotellada que necesitan.