Los bomberos trabajan en las inmediaciones de la discoteca Kiss, en la ciudad brasileña de Santa María. | Efe

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El uso de un artefacto pirotécnico dentro de una local cerrado, el pánico provocado por la rápida expansión de la humareda y las puertas cerradas por los vigilantes figuran entre las causas de la tragedia que dejó ayer al menos 232 y 48 heridos muertos en una discoteca en Brasil.

La tragedia de madrugada en la discoteca Kiss, en Santa María, ciudad en el sureño estado de Río Grande do Sul, en la que un número aún no determinado de estudiantes de una universidad participaban en una fiesta con la presentación de bandas musicales. Un incendio comenzó hacia las 2.30 hora local cuando fue encendido en el palco un equipo de fuegos pirotécnicos conocido como «Lluvia de plata», cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.

«Todo comenzó porque utilizaron artefactos pirotécnicos en un local cerrado. Eso generó un incendio y un humo muy tóxico que se expandió rápidamente», explicó el comandante del Cuerpo de Bomberos de Río Grande do Sul, coronel Guido de Melo.

«El uso de un equipo no permitido terminó provocando la tragedia», agregó el oficial, quien informó de que la licencia de funcionamiento de la discoteca estaba vencida.

Según Ingrid Goldani, una de las empleadas de la discoteca Kiss, la humareda cubrió todo el local en tres minutos.«Los integrantes de la banda Gurizada Fandangueira, que tocaban en el momento y encendieron el artefacto que provoca las chispas, intentaron inicialmente apagar las llamas con agua y después con un extintor, pero el fuego y el humo se expandió rápidamente», dijo.