Sanitarios, bomberos, Policía Local y Guardia Civil en la calle Nueva.

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Un matrimonio y sus dos hijas fueron rescatados a punto de asfixiarse por inhalación de monóxido de carbono procedente de la mala combustión de una nevera que funcionaba con gas butano. El suceso se produjo ayer por la mañana en el número 285 de la calle Nueva del Pla de Son Nebot, un núcleo de viviendas que se encuentra en la carretera vieja de Bunyola, cerca de sa Cabana, en Marratxí. El padre, Miguel F. A., de 41 años; su mujer, Montserrat P. C., de 37; y sus hijas Andrea y Paula, de 14 y 3 años, respectivamente, fueron trasladadas a una clínica de Palma. Horas después se habían recuperado, aunque todos ellos quedaron ingresados en observación por precaución.

Llamada

La familia reside en es Vivero, en Palma, y utiliza la vivienda de Marratxí como caseta de fin de semana. En este domicilio no hay energía eléctrica y la familia utilizaba una nevera que funciona con gas butano. Al parecer realizaba una mala combustión desde hacía un tiempo, pero como era verano y siempre había puertas o ventanas abiertas no había ocurrido nada. El viernes por la noche cerraron porque había refrescado y se fueron a dormir. El monóxido de carbono se fue depositando por todas las estancias de la vivienda hasta el punto de que estuvo a punto de ocurrir una tragedia. Una amiga de la familia explicó que entre las 09.00 y las 10.00 horas de la mañana la familia se despertó. El padre notó que le fallaban las piernas y su mujer no podía levantarse de la cama. La niña pequeña estaba llorando y la mayor estaba aturdida. Entonces el padre sacó a sus hijas al exterior, cayó al suelo y pidió ayuda a los vecinos, que dieron la voz de alarma. Al lugar se desplazaron en breve efectivos de la Policía Local de Marratxí, sanitarios, Bomberos y Guardia Civil.

La Policía Local de Marratxí llegó en primer lugar. Frente a la vivienda, tendidos en el suelo, estaban el padre semiconsciente y las dos niñas inconscientes, presentando todos ellos un cuadro de asfixia. Los vecinos dijeron que faltaba la madre y los policías, poniendo en riesgo sus vidas, entraron en la casa y la rescataron, con un cuadro severo de asfixia.

El personal sanitario atendió a las víctimas en el lugar y las estabilizó. Acto seguido las evacuó a la clínica, donde quedaron ingresadas. Horas después estaban fuera de peligro pero quedaron ingresadas en observación.