La Policía Local de Palma monta un gran dispositivo en uno de los accesos al poblado. | Vasil Vasilev

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La Policía Local de Palma realizó durante la madrugada de ayer un nuevo control de vehículos en las inmediaciones del poblado de Son Banya. La policía había previsto en principio un gran despliegue a lo largo de la noche en distintos puntos, pero la lluvia obligó a cambiar los planes. Así, entre las 00.30 y las 02.00 de la madrugada, se montó un dispositivo en el Camí de la Milana, que va desde Son Ferriol hasta el poblado, en el que participaron cuatro oficiales y 25 agentes de distintas unidades.

Balance

Según informó la Policía Local, 67 vehículos pasaron por el dispositivo, de los cuales 16 fueron retenidos en las zonas de control. Se incoaron dos actas por tenencia de sustancias estupefacientes y una más por tenencia de útiles para el consumo de drogas. Asimismo fueron retirados dos vehículos por carecer del seguro obligatorio.

Entre los conductores que fueron sometidos a la prueba de alcoholemia o al drogotest, es decir, al test de sustancias estupefacientes, se dieron cinco casos positivos. Tres conductores fueron multados por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas y dos más por haber consumido drogas. De estos dos últimos, uno dio positivo en cocaína y el otro por opiaceos.

El control de ayer se enmarca dentro de la campaña que está llevando a cabo la Policía Local de Palma con la finalidad de controlar a conductores que pudieran circular bajo la influencia de bebidas alcohólicas o estupefacientes.

Como anécdota cabe señalar que uno de los conductores identificados en el control señaló a los agentes que había ido a comprar droga a Son Banya, pero al correrse la voz de que la policía estaba montando controles en los accesos, se habían cerrado la mayoría de los puntos de venta y no había podido adquirir nada.

De este modo, los compradores que fuesen identificados por la Policía Local no podían delatarlos, al indicar dónde habían adquirido las sustancias estupefacientes.