Material recuperado por la Guardia Civil en el polígono de Can Valero, en Palma.

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El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha detenido a trece personas implicadas en el robo de metales en Mallorca y su posterior venta en empresas de gestión de residuos.

La operación, bautizada «Metal man», se inició hace varias semanas, para intentar contener la oleada de robos de cable de red de alumbrado público, tendido telefónico, bobinas de cable de obra y otras instalaciones eléctricas. De un tiempo a esta parte, la Benemérita ha recibido denuncias casi diarias por el robo de metales y en el pasado mes de marzo fueron arrestados tres sospechosos y se incautó de una tonelada de cobre. La investigación continuó y finalmente los agentes llegaron a la empresa de can Valero, en Palma, donde se reciclaba el material robado. El dueño del negocio, Rafet R., de 42 años y nacionalidad búlgara, su hijo Ashkan Rafet R., de 21, y las secretarias María M.P., de 38, y Danika Y.D., de 48, fueron arrestados por un delito de receptación. Según la Guardia Civil, sabían que compraban cobre y otros materiales robados.

En la empresa se encontraron 252 kilos de cobre, de origen ilícito. El 24 de abril, se procedió a la detención de Juan O.G., de 59 años, como autor de la receptación de baterías de paneles solares de plomo con un peso de 884 kilos. El presunto autor del robo fue Antonio L.P., que sustrajo los paneles en una finca rural de Sineu.

Bajo precio

Según informó ayer el portavoz de la Comandancia de Palma, el dueño de la empresa de Can Valero compraba los metales robados a bajo precio, aprovechándose de su origen ilícito, y obtenía grandes beneficios. En ocasiones, cambiaba el nombre de los vendedores -que eran delincuentes- por el de otros carentes de antecedentes, para no levantar sospechas.