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«No quiero hacerme el valiente, pero lo único que puedo decir es que no pasé nada de miedo. Cuando llegué a casa y me encañonaron con una pistola me quedé en blanco y no sabía que hacer. En ese momento pude oír a mi mujer, que estaba en tendida en la cama de la habitación del piso de arriba, que me gritaba: Me han roto la pierna, me duele mucho, tengo golpes por todo», añade Antoni Rebassa, el empresario jubilado de 68 años que fue asaltado en su domicilio de Campanet. La mujer permanece aun ingresada en el hospital.

Durante toda la jornada de ayer en el pueblo no se hablaba de otro tema. Bares, cafeterías, la farmacia y el propio Ayuntamiento eran un hervidero y no cesaban los mensajes de apoyo al matrimonio mallorquín que sufrió el asalto.

Joan Amengual, alcalde de Campanet, afirmó: «Es un hecho lamentable y muy preocupante. Tengo que agradecer a la Guardia Civil todos los esfuerzos que están realizando y los efectivos que movilizaron desde el primer momento», concluye.

La investigación sigue su curso, pero son muchos los vecinos que afirman que los ladrones escaparon a pie y que, el helicóptero de la Benemérita los vio huir dirección Pollença, pero poco después los perdió. Según la víctima, los asaltantes fueron dos hombres encapuchados de unos 25 o 30 años de nacionalidad española que le estaban vigilando.