Los acusados, en los dos primeros bancos de la Audiencia de Palma, ayer por la mañana. | Alejandro Sepulveda Soler

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La Audiencia de Palma inició ayer el juicio contra nueve acusados de introducir y distribuir cocaína en Mallorca entre 2009 y 2010. Entre los procesados figura el exjugador del Atlético Baleares Ernesto G.G., de 26 años, para quien el fiscal solicita inicialmente siete años de prisión. El fiscal considera que el deportista se dedicaba a la distribución y venta de cocaína y contaba con la colaboración de su novia, que también participaba entregando a clientes las dosis de cocaína, además de una hermana de ésta, menor de edad. También afirma que Ernesto llevó cocaína a Menorca aprovechando un viaje del equipo de fútbol. Para su novia, el fiscal pide en principio cinco años de cárcel. Ambos se negaron a declarar ayer ante el tribunal.

Entre algunos de los otros procesados hubo cruces de acusaciones. José Agustín M., de 46 años, considerado uno de los cabecillas de la red, admitió que preparaba dosis de cocaína y las vendía y era consumidor de esta sustancia esporádicamente. Durante su testimonio indicó que la droga se la suministraba el acusado Francisco G.G., de 37 años. Éste reconoció que era consumidor de sustancias estupefacientes pero negó en todo momento dedicarse al tráfico de drogas. En su declaración afirmó que conocía a José Agustín, pero reiteró que nunca le había «entregado nada de cocaína».

También manifestó que se reunió con otros dos acusados que viajaron a Mallorca para hablar de la venta de un coche y no por asuntos de drogas. Estos dos procesados, Juan Carlos C.B., y Adolfo B.S. también achacaron haberse reunido con Francisco a la venta de un BMW y dijeron que «no traficaban con droga». Al ser detenidos, en su vehículo fueron halladas 10 pastillas de éxtasis escondidas en el motor.

Al contrario, un amigo común de los tres, Daniel O.C., aseguró que los puso en contacto por asuntos relacionados con drogas. El juicio sigue en los próximos días en la Audiencia.