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El incendio de un montón de balas de paja provocó ayer por la mañana el desalojo de un centenar de niños de la escoleta de Andratx. El fuego comenzó en torno a las once de la mañana justo detrás de la guardería. La gran cantidad de humo causado llevó a que las responsables del centro decidieran evacuarlo con diligencia y llevar a los niños al lado contrario.
El incidente generó momentos de inquietud en el pueblo hasta que se conoció su alcance. Numerosos padres de los niños acudieron hasta el lugar alarmados antes el humo, visible desde buena parte del pueblo. Al lugar se trasladaron agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local de Andratx, que fueron los primeros en echar agua al fuego. Para ello utilizaron las propias mangueras de la escoleta. Después llegaron dos dotaciones de los Bombers de Santa Ponça. La facilidad con la que arde la paja provocó que tuviera que intervenir también una pala para remover las balas y poder apagar mejor el fuego.
Las brigadas municipales habían dejado en ese lugar las balas, justo entre la guardería y el centro médico. Se usaban en las fiestas del municipio para, por ejemplo, acotar el recorrido de carreras de ‘carretons' o en eventos ecuestres. De hecho, la Guardia Civil y la Policía Local harán informes para establecer por qué estaban precisamente en una zona así de sensible.
Hasta el lugar del suceso se desplazaron varios concejales del equipo de gobierno y la teniente de alcalde Katia Rouach.