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La Policía Judicial de la Guardia Civil se intervino ayer de un cuchillo de gran tamaño que estaba oculto en una gran enredadera junto a la casa de Nuria Orol, la joven de Andratx asesinada el año pasado. Todo indica que se trata del arma del crimen, y ahora el laboratorio de la Benemérita está realizando pruebas para confirmar este extremo.

A las ocho de la mañana de ayer, un jardinero llamado Frank acudió a la calle Gabriel Roca del Port d'Andratx, para llevar a cabo tareas de mantenimiento en el jardín de una comunidad de vecinos. Se da la circunstancia de que Nuria Orol fue asesinada allí, y que el arma nunca se encontró, a pesar de que esas mismas plantas fueron registradas durante horas.

Hallazgo

El jardinero podó las ramas secas y retiró una gran cantidad de matojos. Realizó cuatro viajes hasta el contenedor, hasta que a las dos y media de la tarde detectó un objeto contundente oculto, que resultó ser un cuchillo de grandes dimensiones, al parecer de cocina. El empleado sabía que la Guardia Civil había inspeccionado en ese jardín, y enseguida acudió a la Policía Local para contarles el hallazgo. El caso pasó rápidamente a manos de la Benemérita, e incluso el capitán de la Policía Judicial se desplazó al Port d'Andratx para seguir in situ la inspección ocular.

Los investigadores midieron la hoja del arma y efectuaron un reportaje fotográfico en ese tramo del jardín. Después, procedieron a introducir el arma en una bolsa y lo trasladaron hasta la Comandancia palmesana, en la calle Manuel Azaña.

Laboratorio

Ahora, serán los expertos del laboratorio los que analizarán de forma exhaustiva el cuchillo, en busca de huellas en la empuñadura y de sangre en la hoja.

La Policía Judicial también tomó declaración al jardinero, para conocer las circunstancias exactas del hallazgo. El principal acusado del crimen de Nuria Orol, Zouhair A., continúa ingresado en la prisión de Palma. El marroquí mantenía relaciones con la joven y desde el principio negó su implicación en el crimen.