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Otro terremoto -el último el pasado 27 de noviembre en Sant Joan- sacude el Pla de Mallorca. A las 2:19 de la madrugada «un estruendo y dos temblores seguidos» retumbaron en la población de Porreres, pese a que el Instituto Geográfico Nacional sitúa el epicentro en el municipio de Vilafranca. Núcleo urbano, este último, en el que los vecinos no notaron ningún movimiento.

El temblor que se produjo cerca de la zona de Es Pagos (39,55 grados de latitud y 3,05 grados de longitud) y que supuso una densidad de 1,8 grados en la escala de Richter. La profundidad a la que se produjo fue de 12 kilómetros.

Sorpresa

Fue a primera hora de la mañana a las puertas de los colegios, en los bares y en el mercado semanal de Porreres cuando todo el pueblo empezó a comentar el temblor que habían notado durante la madrugada.
En el pueblo cada uno contaba su versión. Algunos acudieron en seguida a coger el verdanc «me pensaba que se trataba de ladrones que me forzaban la puerta de mi casa». Otros como el mismo alcalde de Porreres, Bernat Bauçà no se dieron cuenta del temblor. Bauçà hasta la mañana cuando algunos vecinos alarmados le llamaron no supo del terremoto. El primer edil descartó cualquier tipo de daños tanto a personas como a edificios del municipio. Àngel Reigades, rector de Porreres, tenía el corazón en un puño pensando en el tejado de la parroquia, ya que le urge una reforma.

En cambio en Vilafranca, en principio núcleo más cercano al epicentro, ningún vecino se dio cuenta del suceso. En el Ajuntament comentaban que «ha sido un vecina de Porreres quien nos ha dicho que había habido un temblor».
El epicentro del seísmo de ayer se encuentra a menos de diez kilómetros del temblor de 2,1 grados que se produjo el pasado 27 de noviembre en Sant Joan.