Sanitarios y agentes de la Policia Local de Palma auxilian a las víctimas de la intoxicación. | Vasil Vasilev

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Una mujer de 52 años y su hija resultaron intoxicadas de carácter grave en la noche de ayer tras quedarse dormidas en un cuarto de su piso de Palma junto a un brasero con carbón vegetal.

Los hechos se descubrieron sobre las diez y media de la noche, cuando el hijo regresó a su casa, en el número 12 de la calle Nicolau Calafat. Se trata de un tercer piso donde reside una familia sudamericana. El joven abrió la puerta y no encontró a nadie en la sala. Después, tras dirigirse a una de las habitaciones, se encontró con la señora y su hija, de unos 25 años, inconscientes y en estado grave.

Una unidad de los GAP (Grupo de Acción Preventiva) de la Policía Local fue la primera en llegar a la vivienda. La mujer estaba casi sin constantes vitales y tuvieron que hacerle vomitar para que reaccionara.

Por poco tiempo

Su intoxicación era muy severa y si llegan a tardar un poco más en encontrarla habría muerto. Su hija no estaba tan grave, pero también tuvo que ser reanimada. Después llegaron los equipos sanitarios, que estabilizaron a la madre y su hija y las evacuaron a un centro hospitalario.

La Policía Local inspeccionó la casa y descubrió que el origen de la doble intoxicación podía haber sido un improvisado brasero doméstico.

En realidad, se trataba de una olla de cocina, y en su interior habían quemado carbón vegetal para calentarse a consecuencia de las bajas temperaturas.

El hijo declaró que había salido de casa a las cinco de la tarde y que a esa hora su madre y hermana estaban haciendo la siesta en el cuarto, junto al brasero. Así pues, cuando fueron descubiertas llevaban unas cinco horas inhalando monóxido de carbono.