La sala se quedó pequeña para acoger a los treinta acusados. | Alejandro Sepúlveda

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Treinta acusados de formar parte de una trama que se dedicaba a cometer estafas a través de la compra de inmuebles en Mallorca aceptaron ayer penas de entre tres meses y tres años y nueve meses de prisión, además de distintas multas económicas, al declararse responsables de los delitos que se les imputaban. Por tanto, el juicio previsto en su contra en la Audiencia de Palma no se celebró al alcanzarse la conformidad.

El principal condenado es David Peregrina, quien aprovechó su condición de director de una sucursal de una caja de ahorros para cometer delitos de estafa y falsedad documental, durante 2003, en pleno 'boom' inmobiliario. Peregrina ha sido condenado a tres años y nueve meses de prisión. Éste, en comlaboración con el responsable de una agencia inmobiliaria, el cual está en paradero desconocido, captaban a personas para realizar operaciones inmobiliarias. Estas personas recibíaun un dinero a cambio de firmar las hipotecas inmobiliarias, sabiendo que no tenían interés en la vivienda. Después el responsable del banco y de la inmobiliaria se apropiaban del dinero de las hipotecas y de los inmuebles.