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El Consell y el ayuntamiento de Llucmajor han escuchado por fin a la Guardia Civil y han decidido cerrar con barreras el tramo de Cabo Blanco que registra un estadística dramática de suicidios.

Tal y como adelantó ayer en exclusiva Ultima Hora, la Benemérita solicitó a los organismos pertinentes que adoptaran medidas urgentes para parar la dramática cifra de suicidios en aquellas acantilados. Una de las propuestas consistía en instalar una barrera en el tramo por el que los coches toman impulso para finalmente despeñarse. Ayer, el Consell anunció que en un mes se instalará una barrera doble, de acero y madera, en un perímetro de aproximadamente un kilómetro. El presupuesto destinado al proyecto para delimitar ese tramo asciende a 100.000 euros.

Oleada

Durante el año pasado se registraron doce suicidios en Cabo Blanco, todos ellos con el mismo procedimiento: arrojarse al vacío en el interior de un coche en marcha. El miércoles por la mañana se descubrió un nuevo cadáver sobre las rocas, junto a un coche destrozado. Se trataba de un joven desaparecido, cuya familia había denunciado su caso el pasado día 9, en la Jefatura de Policía de Palma. Con la instalación de la nueva barrera, las autoridades esperan que ése sea el último suicidio en el tramo maldito de Cabo Blanco.