Imagen de archivo de Mónica Juanatey, acusada de matar a su propio hijo en Menorca. | IB3

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El Ministerio Fiscal ha solicitado 20 años de prisión para Mónica Juanatey, la madre que supuestamente ahogó a su hijo de nueve años en la bañera de su domicilio en Maó y, posteriormente, abandonó el cadáver en el interior de una maleta. En su escrito de acusación, la fiscalía acusa a la joven, natural de Noia (A Coruña) de asesinato con alevosía y con el agravante de parentesco.

La acusada, que permanece ingresada en la cárcel de mujeres de Palma desde que en diciembre de 2010 el juez que instruye el caso, Carlos Javier García Díez decretara prisión provisional sin fianza, ya ha recibido la notificación de la pena que se le imputa, tal y como ha confirmado su abogado, Carlos Maceda.

El letrado ha remarcado que Juanatey «tiene ganas de que se celebre el juicio» aunque la Defensa ha solicitado nuevas pruebas con la finalidad de complementar el material ya existente. En este sentido, Maceda ha reclamado la realización de un nuevo informe elaborado por un trabajador social sobre las circunstancias de vida de Juanatey y un examen sobre los rasgos de su personalidad elaborado por un psicólogo forense.

La joven de Noia ha sido sometida ya a dos exámenes psiquiátricos y psicológicos. El primero de ellos concluyó que la acusada no padecía ninguna enfermedad mental y que era una mentirosa compulsiva. La Defensa, que pide la absolución basándose en que su cliente sufrió un trastorno mental transitorio, reclamó un nuevo examen, que fue admitido parcialmente por la Audiencia Provincial.

Esta segunda prueba pericial, llevada a cabo por médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Balears, determinó la conveniencia de que Juanatey fuera examinada por un trabajador social y un psicólogo forense, unas pruebas que ahora reclama el abogado defensor y que el juez deberá admitir a trámite.

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La Defensa de la madre del pequeño César continúa reclamando su absolución al considerar que el material probatorio no desprende la certeza de que el fallecimiento del niño se hubiese producido como consecuencia de un acto «doloso, consciente o voluntario», tal y como ha indicado Maceda.

ESCONDIÓ EL CADAVER EN UNA MALETA

Cabe recordar que la Policía Nacional detuvo a la mujer en noviembre de 2010, después de que identificara al menor cuyos huesos fueron hallados en una maleta abandonada en un torrente cercano a Binidalí, en Maó, el 24 de noviembre de ese año y cuya muerte se remonta al año 2008.

Asimismo, junto a los huesos del menor, también se encontraron revistas infantiles de cómic manga en castellano, así como cromos, lápices de colores y una araña y un escorpión de juguete dentro de un cristal de metacrilato. Por otro lado, en el interior de la maleta, que era de color rojo y de tela, se hallaron un chándal, unos vaqueros, unas bermudas y una camiseta de manga corta, que correspondía a un varón de entre 10 y 13 años.

Así, tras analizarse los huesos, estos se enviaron a la Sección de Antropología de la Comisaría General de la Policía Científica de Madrid, donde se realizaron las pruebas de ADN, que determinaron la identidad del menor, lo que permitió arrestar a su madre, acusada de ser la autora de la muerte de su hijo.