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Al menos 13 personas, incluidos un niño y un bebé, murieron ayer al estrellarse una avioneta contra un colegio y causar un incendio en un barrio de chabolas en la metrópoli de Manila.

El accidente ocurrió en una barriada de Parañaque, una de las ciudades que conforman la metrópoli capitalina, indicó Ramon Gutierrez, jefe de la Autoridad de Aviación Civil de Filipinas. El incendio provocado por la aeronave se extendió rápidamente y calcinó medio centenar de chabolas, construidas con materiales altamente inflamables y apiñadas unas contra otras.

Entre las víctimas mortales se encuentran el piloto y el copiloto, al parecer los únicos ocupantes de la avioneta, así como varios niños y adultos en el lugar del siniestro, que también causó una veintena de heridos. El alcalde de Parañaque, Florencio Bernabe, afirmó que los cadáveres habían sido recuperados en torno al colegio F. Serrano, contra el que se precipitó el aparato al poco de despegar del aeropuerto de la capital. La aeronave, un bimotor Beechcraft Queen Air, se dirigía a la isla de Mindoro, situada a 189 kilómetros al sur de Manila.

El piloto del aparato solicitó realizar un aterrizaje de emergencia tras comprobar problemas en el motor, pero cayó a tierra cuando volaba de vuelta al aeródromo de la capital.