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Emaya se lleva los contenedores de vídrio

A las 11.45 horas de la mañana de ayer, un camión de Emaya, fuertemente protegido por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Palma, hizo entrada en la plaza del conflicto. Al principio sorprendió su aparición, pero poco después se informó que mandos policiales habían solicitado que los retiraran para evitar que los africanos lanzaran botellas de cristal a los agentes.

Un cámara de televisión sufre un corte en una pierna

Durante la mañana de ayer, en la plaza Fra Joan Alzina los medios de comunicación tuvieron ciertos problemas y riesgos para cubrir la información. Un cámara de una televisión nacional, tuvo que ser atendido al recibir el impacto de uno de los cascotes de una botella que los nigerianos lanzaron contra los policías. Afortunadamente, el joven fue atendido y pudo seguir su trabajo.

Los locales comerciales, obligados a cerrar

Tomás Rullán, Santa Florentina, Regal, plaza Fra Joan Alzina etc... son algunos de los lugares donde los comerciantes se vieron en la obligación de cerrar sus puertas y bajar barreras. La ira de más de un centenar de incontrolados y el apoyo de cientos de compatriotas obligaron al cierre.

Calma tensa y miedo a las represalías

En Son Gotleu la muerte del joven Efosa Okosu quedó en un segundo plano al conocerse que se trató de un accidente y no de un homicidio. A pesar de ello, el conflito abierto y la sed de venganza podían palparse en el ambiente. La gente tiene miedo a salir a la calle y muchos vecinos aparcan sus coches lejos de la zona.

Los vecinos

«¿Ahora quién me paga los daños que esta gente me ha hecho en mi coche? Soy un currante, y ahora, un desgraciado»
Juan, un vecino cuyo vehículo ha sido destrozado.

«Tenemos miedo de salir a la calle. Hubo un momento en que había más de mil negros en la calle y ni un español»
María, residente de la calle Tomás Rullán de la barriada.

«Los africanos se subían a las azoteas, arrancaban las antenas de televisión y las tiraban contra los policías»
Miquel Àngel, vecino de la zona desde hace más de 20 años.