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Era un secreto a voces. Desde hace meses, agentes de las diferentes policías locales que integran la Mancomunitat des Pla y Es Raiguer habían alertado a las autoridades competentes de la presencia de un activo punto de venta de droga en Ruberts (Sencelles).

Según información a la que ha tenido acceso Ultima Hora, hace unos años, en dicho chalet del llogaret de Ruberts se instaló un club de alterne muy conocido en la zona. Tras su cierre, la propiedad de la finca de más de 124.000 metros cuadrados la alquiló a una familia de gitanos (clan del 'Ove procedente de Son Banya). A partir de ese momento, numerosas fuentes policiales de la zona confirman que el chalet se convirtió en un punto de peregrinación constante de personas que compraban droga. Además, los vecinos del lugar habían denunciado que los compradores muchas veces se equivocaban de chalet y tocaban el timbre de viviendas colindantes por equivocación a altas horas de la madrugada. Varios testigos han afirmado que a lo largo de un fin de semana el número de compradores superaba el centenar con creces.

El inspector jefe de la UDYCO del Cuerpo Nacional de Policía, Toni Suárez, informó tras el registro de la finca de Sencelles que con este descubrimiento se constata que el derribo del poblado de Son Banya y la presión policial a la que están sometidos los clanes está fomentando la proliferación de sucursales de droga en la Part Forana. Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía incrementan su vigilancia y seguimiento.