Imagen de la gasolinera en la que se cometió el atraco en diciembre de 2010. | Guillem Picó

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Un juzgado de Palma ha impuesto una condena de cuatro años, diez meses y dieciséis días de prisión a un cazador que atracó a punta de escopeta una gasolinera de la carretera de Manacor y un local de juegos de la calle Aragón.

El acusado admitió el segundo de los dos robos, cometido en marzo de este años. Eso sí, negó de forma insistente el primero, que tuvo lugar el 19 de diciembre de 2010. Sin embargo, la cámara de vídeo del establecimiento le delató. Según establece la sentencia, en torno a las siete de la tarde el acusado entró completamente cubierto en el establecimiento. Iba vestido de cazador y llevaba la cara tapada con una gorra y una braga. Estaba armado con una escopeta de caza.

«Para dentro»

En la puerta de la estación de servicio se cruzó con un cliente al que encañonó y le dijo: «Tira para dentro». Con él de rehén fue a la caja y apuntó a una empleada: «Esto es un atraco, no es broma». Para demostrarlo, abrió fuego. El disparo pasó a pocos metros de la trabajadora. La empleada le dio 440 euros en billetes. Después, el asaltante le ordenó que fuera al cuarto de baño. También hizo que el cliente al que tomó como rehén avisara a su mujer, que le esperaba en el coche fuera. «Si no viene, te mato», le dijo. El atracador dejó encerrado a los tres en el cuarto de baño y huyó.

El segundo atraco se produjo tres meses después. El acusado encañonó al dependiente de un salón de juegos. Sin embargo, éste forcejeó y consiguió quitarle la escopeta. Después le dijo que se marchase, algo que el acusado no hizo y fue detenido en el mismo lugar por la policía. Tras ser arrestado, los agentes del Grupo de Atracos del Cuerpo Nacional de Policía registraron su vivienda y allí encontraron la escopeta y las ropas del primer asalto, tal y como probó en el juicio la grabación de las cámaras de seguridad.