El cuerpo sin vida de Gary aparece tapado por una manta, junto a la forense, el juez y agentes de la Policía Judicial. | Michel's

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Lo que debía ser un apasionante torneo de cricket en Mallorca acabó en crimen. Un jugador inglés de este deporte degolló con una botella rota en la madrugada de ayer a un compatriota británico tras una pelea en un bar de Punta Ballena, en Magaluf.

Los dos implicados habían llegado a Mallorca recientemente. El primero en un vuelo junto a otros 57 ingleses, entre jugadores, sus familiares y algunos fans. Pertenecían al equipo Findon Dolben Cricket Club, de Londres, y debían disputar una serie de partidos este fin de semana en la Isla, que finalmente han quedado suspendidos a raíz de los dramáticos acontecimientos.


Pelea

Los turistas y deportistas salieron a cenar y de copas en la noche del viernes al sábado. Se alojaban en los hoteles Antillas y Magaluf Park, ambos en el término de Calvià, y la noche transcurrió sin sobresaltos en algunos bares de Punta Ballena. Poco después de la medianoche, Gary Clive Vigors, de 41 años, tuvo un altercado con Thomas William Swannell, de 45. El primero era un turista que celebraba un cumpleaños en Mallorca y el segundo era gran aficionado del Findon Dolben de cricket. El motivo del enfrentamiento podría ser un tema relacionado con una mujer, aunque los dos contendientes habían ingerido alcohol y no se encontraban en plenitud de condiciones.

El asunto no pasó a mayores y el grupo de turistas y deportistas cambió de locales nocturnos varias veces, hasta que recalaron en el Bar Plaza, a la entrada de Punta Ballena. Allí, sobre las dos de la madrugada, Gary y Thomas volvieron a verse las caras, esta vez con trágicas consecuencias. En la entrada del bar Thomas rompió un botellín de cerveza y con el cristal le cortó el cuello a su oponente, que salió dando tumbos a la calle y se desplomó en medio de un gran charco de sangre. El corte le seccionó la yugular y el británico se desangró en pocos minutos.

La Guardia Civil comenzó a recibir llamadas de auxilio y las patrullas que se desplazaron a Punta Ballena interceptaron a Thomas cuando pretendía huir. Por su parte, los médicos del 061 intentaron desesperadamente parar la hemorragia de la víctima, pero al final sólo pudieron certificar su muerte.

El caso pasó a manos de la Policía Judicial de la Guardia Civil, cuyo jefe, el capitán Bartolomé del Amor, se desplazó con todo el equipo a Magaluf, para investigar los hechos. La forense Emilia Salas también acudió al escenario del crimen y examinó el cadáver sobre la acera, mientras el Juzgado de Instrucción número 1, que se encontraba en funciones de guardia, era informado de los avances en la investigación. El juez Juan Catany coordinó in situ las diligencias sobre el homicidio de Punta Ballena.

Mientras se llevaba a cabo la reconstrucción de los hechos, la desolación era absoluta entre los británicos que habían salido de copas con Thomas y Gary. El hijo del fallecido también estaba en Magaluf. El torneo de cricket que debía celebrarse hoy quedó suspendido. La noche de fiesta en Mallorca había acabado en drama.