El vehículo quedó colgado en el párking de urgencias. | Vasil Vasilev

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Susto monumental. Un conductor brasileño salvó la vida en la medianoche de ayer cuando estuvo a punto de precipitarse desde cinco metros de altura en el párking de urgencias de Son Espases.

El varón había acompañado a un matrimonio chino y su hijo hasta el hospital palmesano, porque el menor se encontraba mal y él iba a hacer de intérprete. El grupo estacionó el Peugeot en la planta de urgencias y al poco tiempo el brasileño regresó sólo al utilitario. No detectó a tiempo que estaba puesta una marcha y al encender el motor el coche salió propulsado y arrancó la barrera de vidrio de Son Espases. Las placas de cristal cayeron y se estrellaron contra el suelo, cuando afortunadamente nadie pasaba por la planta baja del párking. El coche quedó colgado y el único ocupante pudo salir ileso, aunque con un ataque de nervios. «Llegué a pensar que me caía por el hueco, desde esa altura», declaró después a la policía.