Imagen de la actuación llevada a cabo por la Policía Nacional en el local de Son Gotleu. | Alejandro Sepúlveda

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Agentes de la Unidad de Radio Patrullas (zetas) del Cuerpo Nacional de Policía procedieron, en la madrugada de ayer, a la desarticulación de una timba de juego en un establecimiento de la barriada de Son Gotleu.

Los hechos se produjeron sobre las 00.35 horas y se prolongó por espacio de una hora aproximadamente. Varias llamadas realizadas por parte de los vecinos de la zona afirmaron que, por una parte, en el establecimiento se estaba consumiendo sustancias estupefacientes y que, por otro lado se estaba celebrando una timba ilegal.

En cuestión de minutos, el Cuerpo Nacional de Policía con la colaboración de la Unidad Nocturna de la Policía Local de Palma montaron un amplio dispositivo.

A las 00.36 horas, debidamente coordinados, se irrumpió en el interior del local.

Los agentes comprobaron la filiación de un gran número de jugadores y procedieron al registro y cacheo de los mismos. A pesar de que no se incautó dinero en grandes cantidades, se comprobó que un grupo de unas 25 personas estaban jugando a cartas 'al rondo' y que entre los identificados había viejos conocidos policiales. Como resultado de las diligencias, dos personas, concretamente dos súbditos marroquíes resultaron detenidos al encontrarse en situación ilegal en el país. Además no podían facilitar domicilio en la Isla.

Durante las identificaciones, varios clientes presentaron a los policías las cartas de sellado del juzgado que acreditaban que son personas que se encuentran en libertad provisional y tienen la obligación de personarse periódicamente ante las autoridades. Del mismo modo, otro importante número de clientes también contaba con numerosos antecedentes policiales por tráfico de drogas y otros delitos variados.

Por otra parte, instantes después, la central del 091 recibe un nuevo aviso. En la calle Indalecio Prieto, en Son Gotleu, un conocido quiosco de color rojo de chucherías fue forzado y reventada una de las planchas.

Una vez personadas las primeras unidades de Radio Patrullas (zetas) se realizaron las primeras inspecciones oculares y se alertó a la Policía Científica.

La propietaria fue alertada y confirmó que los daños materiales eran cuantiosos.