Baleares es una de las cuatro comunidades autónomas donde ha subido el número de fallecidos en accidentes de tránsito. | Alejandro Sepúlveda

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El número de fallecidos en accidentes de tráfico bajó en España en 2010 por séptimo año consecutivo, al pasar de 1.903 muertos en 2009 a 1.730 el año pasado, lo que supone una caída del 9,1 por ciento, que iguala el menor descenso registrado en los últimos cinco años. Así se refleja en el balance anual de siniestralidad vial hecho público ayer por el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que reconoció que cada año es «más difícil» rebajar las víctimas de tráfico, después de un descenso del 57,5 por ciento en la última década.
Balears
Por comunidades, el número de fallecidos bajó en trece de las diecisiete comunidades autónomas, especialmente en La Rioja (47 por ciento), y sólo subió en Asturias, Balears, Castilla y León y el País Vasco.
En Balears, según los datos ofrecidos ayer por el ministro, se produjeron durante el año pasado 44 víctimas mortales en accidentes, cuatro más que en 2009. Las cifras del ministerio incluyen a las personas muertas en siniestros en carretera o en sus 24 horas posteriores, pero no a las fallecidas días después o en accidentes en casco urbano. Sumando los accidentes en vías urbanas, en Balears se contabilizaron 54 víctimas mortales a lo largo del año pasado, mientras que en 2009 hubo un total de 48.
No obstante, a pesar del aumento de víctimas en 2010, las cifras de fallecidos que se están registrando desde hace tres años se sitúan a niveles de hace 40 años.
En el conjunto del Estado, la mortalidad en las carreteras es la más baja desde 1963, cuando perdieron la vida 1.785 personas, con un parque de vehículos que no llegaba a los dos millones, cuando ahora circulan 31 millones de vehículos.
«Aquí no vale lo de que mejor tiempo pasado fue mejor, porque el pasado fue peor, mucho peor», remarcó ayer Rubalcaba, que dejó claro que el objetivo del Gobierno no es mantener las actuales cifras, sino mejorarlas en el futuro. En esta línea, el ministro del Interior destacó que en los últimos siete años se ha evitado la muerte de 10.000 personas y heridas graves a otras 50.000, gracias al trabajo del conjunto de toda la sociedad española. Además de esos 1.730 fallecidos, el año pasado se registraron 7.954 heridos graves, 1.021 menos que en 2009, una importante caída del 11,4 por ciento.