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Una tonelada de droga decomisada en Balears durante 2009 y 2010 en más de 14.000 actuaciones ha sido quemada este viernes en la incineradora de Son Reus, según ha informado antes de la cremación el delegado del Gobierno, Ramón Socías, quien se ha mostrado satisfecho por estas pequeñas incautaciones que ayudan a que «Baleares no sea la puerta de entrada» de las sustancias estupefacientes.

En concreto, la mayor parte de la cantidad incautada (500 kilos) corresponde a marihuana y hachís, si bien hay 300 kilos más de cocaína y los 200 restantes corresponden a otras sustancias como heroína, éxtasis, anfetaminas o tranquilizantes, ha indicado el delegado del Gobierno, quien ha supervisado la quema junto a autoridades policiales y de la Guardia Civil.

Socías ha señalado que la mayor parte de la droga ha sido incautada en Mallorca. «De las otras islas hay pocas cantidades» puesto que, según ha explicado, Menorca suele quemar las sustancias que ellos decomisan al disponer de un lugar en el que puedan proceder a la cremación, si bien puede haber alguna «cantidad pequeña» que se haya tenido que quemar en Mallorca a consecuencia de «alguna actuación judicial».

Minutos antes de la quema, el delegado se ha mostrado satisfecho ante la cantidad incautada que, pese a no ser fruto de «grandes operaciones o alijos», se debe a un alto número de incautaciones contra el tráfico a pequeña escala que «muchas veces es lo que reclaman los vecinos cuando informan de un punto de venta o de un camello instalado en un barrio».

Agradecimientos

Así, ha agradecido estas actuaciones «del día a día» que llevan a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que también representan el trabajo de las incautaciones que se realiza en Aduanadas o que lleva a cabo la Policía Local. Se trata de intervenciones de «diferentes partes de la administración que combinadas ayudan a mantener las calles más limpias de droga».

En este sentido, ha remarcado la necesidad de tener «tolerancia cero contra la droga» para evitar su presencia en las calles, una «batalla» que, según ha reconocido, es complicada pero que «no se nutre sólo de grandes operaciones de trascendencia como las entradas en Son Banya o la desarticulación de clanes».

La tonelada de droga estaba preparada para ser destruida hace un mes pero la «parada técnica» del Parque de Tecnologías Ambientales de Mallorca para proceder al mantenimiento de su fondo ha imposibilitado que no se haya podido quemar hasta este viernes.