Un grupo de prostitutas durante la última redada practicada en Magaluf. | Alejandro Sepúlveda

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La Policía Local de Calvià afina su táctica contra la prostitución callejera en Magaluf. Este año, el dispositivo incluye agentes que patrullan de paisano y que están equipados con motocicletas. El objetivo es localizar a las meretrices en pleno servicio para así poder penalizar también a los clientes por mantener relaciones en plena calle.

Los agentes tienen este año contabilizadas a unas treinta prostitutas africanas que se concentran en Punta Ballena. Esta cifra es menor que la del mes de agosto del año pasado, cuando eran aproximadamente sesenta las prostitutas que ejercían en la zona. Otra novedad es que, según constatan los agentes, su comportamiento es menos violento que en otras temporadas. Sí que es cierto que los policías han incautado dinero y teléfonos móviles robados a los turistas, pero ahora son hombres quienes agreden parar robar.

La mayor parte de esa treintena de prostitutas son nuevas en la zona. Muchas de las que acudieron el año pasado se han quedado en Platja de Palma, donde se concentra el otro gran núcleo de prostitución callejera de las zonas turísticas.

De forma paralela a la actuación de los agentes de paisano, se han desarrollado varias redadas en la zona. La última de ellas, hace dos semanas terminó con la identificación de una veintena de mujeres, que fueron sorprendidas en torno a las tres de la madrugada y llevadas frente a la oficina de turismo para su identificación.