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Un hombre de 44 años confesó ayer que intentó quemar la vivienda en la que dormían su ex mujer y su hija en la calle Bellpuig de Palma. El hombre fue condenado por conformidad a una pena de un año de prisión por un delito de incendio y a otros seis meses por quebrantamiento de condena, dado que tenía una orden de alejamiento que le prohibía acercarse a su ex mujer.
Los hechos ocurrieron el 15 de agosto de 2009. El acusado había sido condenado unos meses antes por un delito de amenazas contra su mujer, por lo que se le había impuesto una orden de alejamiento. El mismo día en el que ocurrieron los hechos, se le había requerido para que cumpliera esa prohibición. Pese a ese avisto, fue a la casa en la que dormían la mujer y la menor y lanzó dos algodones prendidos al balcón de la vivienda, que se encontraba en un primer piso. Los ventanales de la vivienda estaban abiertos y, afortunadamente, los dos algodones se apagaron por sí solos sin causar daños en la vivienda. De hecho, las personas que dormían en la vivienda no llegaron percatarse de lo que ocurría. El acusado fue detenido al día siguiente de que ocurrieran los hechos por la Policía Local de Palma.
También ayer se conformaron con una condena de dos y tres años de prisión respectivamente el padre y la madre de un menor por utilizarle para vender droga en Palma. Ambos residían en Son Gotleu y era el hijo de ambos el que se encargaba de contactar con los compradores y entregarles la droga. En febrero de 2008, la policía intervino y durante un registro detectaron más de cien gramos de hachís en la vivienda familiar y varias papelinas de cocaína. La mujer fue condenada a dos años como cómplice en el delito de tráfico de drogas y el hombre a 3 al aplicarle el atenuante de drogadicción. El menor fue enjuiciado por un Juzgado de Menores.