EL humo sale de la vivienda afectada por la explosión. | Vasil Vasilev

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Eran las 20.45 horas del pasado viernes cuando saltaron todas las alarmas. «Una explosión, se ha producido una explosión», afirmaban las numerosas llamadas de emergencia que entraban en la centralita del 092. Rápidamente, numerosas dotaciones de la Policía Local, tres camiones de los Bombers de Palma, el VIR (Vehicle d'Intervenció Ràpida), y ambulancias del SAMIB y de SSG se desplazaban hasta la calle Joan Ripoll Trobat.

A su llegada, se comprobó cómo desde un sexto piso salía abundante humo. Los equipos de emergencia tocaron a la puerta y nadie contestó. Por ese motivo se decidió tirar la puerta abajo y sofocar las llamas. Cuando accedieron a la vivienda se encontraron una mujer, de avanzada edad y problemas de audición, que al ver a la policía y bomberos le dio un ataque de ansiedad. El fuego se inició por la mala combustión de una caldera que finalmente explotó.

Afortunadamente no hubo que lamentar daños personales. El incendio provocó una gran alarma en el resto de viviendas.