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Llevaban tres años en Santanyí y nunca habían protagonizado un incidente. En la madrugada de ayer, el cabeza de familia, Giorgi, que acababa de quedarse en el paro, atacó a su mujer y la estranguló hasta la muerte, delante de sus dos hijos. La mayor, que aún no tiene doce años, corrió a pedir al cuartel de la Guardia Civil y cuando lo agentes llegaron a la casa el homicida abrió tranquilamente la puerta, susurrando frases inconexas. En el cuarto del matrimonio yacía el cuerpo de Snezhana Blagoeva, de 36 años.

 

Giorgi Borisov Cheshmedzhiev, de 47 años, trabajaba en la inmobiliaria Piedra Nova, de Santanyí, como jardinero. También realizaba trabajos esporádicos de albañil. Su esposa y sus dos hijos, la niña de 11 y el niño de 2 años y medio, habían regresado el miércoles de Bulgaria, donde habían pasado un mes de vacaciones. Fue a su regreso cuando Giorgi recibió el hachazo inesperado: se había quedado sin trabajo. Sus vecinos cuentan que la noticia le trastornó y que llevaba días deambulando por el pueblo, cariacontecido y comentando en voz baja que su ex jefe alemán le adeudaba una importante cantidad de dinero.

 

Los últimos días de Giorgi supusieron un cambio radical en su vida. Se medicaba contra la depresión hacía cinco años, pero ahora su carácter educado se volvió huraño, esquivo. La tensión fue en aumento en la planta baja que tenían alquilada en la calle Sol número 46, junto a la plaza del Canal de Santanyí. Sin embargo, ningún vecino escuchó gritos o malos tratos las horas previas al crimen. En la madrugada del domingo al lunes, el matrimonio discutió de forma acalorada. A las cinco sus dos hijos se despertaron, sobresaltados por los gritos, y Juana, al temer por la vida de su madre, corrió al cuartel de la Guardia Civil en busca de ayuda. Giorgi, de gran corpulencia física y altura considerable, acabó con su esposa antes de que los agentes lo impidieran. No trató de huir, cuando los guardias aporrearon su puerta. Ella estaba en su cuarto, con la cabeza ensangrentada, el cuerpo con contusiones y señales de haber sido estrangulada. Yacía sobre la cuna de su hijo. Los médicos del 061 intentaron reanimarla, pero todos los esfuerzos fueron inútiles. El servicio de emergencias del 112 envió hasta Santanyí a una psicóloga, que se hizo cargo de los dos menores, mientras el búlgaro era trasladado esposado al cuartel. En los primeros momentos aludió a que había matado a su mujer porque ella pretendía asesinar a su hijo menor, pero los investigadores creen que deliraba. La jueza de guardia del Juzgado de Instrucción número 3 de Manacor, así como un forense y una comisión judicial, se desplazaron hasta la planta baja escenario del crimen y llevaron a cabo una minuciosa reconstrucción de los hechos, así como un amplio reportaje fotográfico. La Policía Judicial de Manacor inició la investigación in situ y a media mañana la funeraria se llevó el cadáver de Snezhana al instituto anatómico forense, donde hoy está previsto que se le practique la autopsia. Giorgi permanece en los calabozos, a la espera de ser interrogado. La tutela de los dos niños ha recaído en Protección de Menores.