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Tres personas fueron halladas muertas ayer a puñaladas en un cámping de la localidad alemana de Coesfeld, al oeste del país, en lo que la policía considera un posible drama familiar.

Los fallecidos son un matrimonio de 55 y 53 años de edad, así como la hija de ambos de 29 años, cuyos cuerpos presentaban numerosas puñaladas y cortes, informó ayer la policía en un comunicado.

La policía detuvo poco después del crimen al antiguo novio de la hija del matrimonio, un hombre de 33 años de edad, en cuyo automóvil se encontraron varios cuchillos y una katana, una espada de samurái, ensangrentados.

La hija común del homicida y su antigua novia, una niña de diez meses de edad, fue encontrada ilesa en el lugar del crimen, un bungaló de madera situado en el recinto del cámping.

Un vecino de la familia asesinada dio la voz de alarma a la policía al escuchar los gritos de una de las víctimas pidiendo socorro y enfrentarse al asesino, que iba enmascarado y salió huyendo antes de la llegada de los agentes. Los médicos de urgencias que acudieron al lugar de los hechos con varias ambulancias no pudieron, sin embargo, más que certificar la muerte de las tres personas por las múltiples puñaladas recibidas.

El detenido comentó poco después a la policía que tenía diferencias con su antigua compañera sentimental y su familia sobre la paternidad de la niña y su deber de pagar la manutención de la misma, aunque guardó silencio acerca el múltiple crimen, señalaba la nota policial.